Cumplo 57
- Raul oscar López
- 19 ago
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 22 ago

Viejos, cumplo 57.
Y me pasa algo raro: estoy feliz, pero también los extraño más que nunca.
Si estuvieran, seguramente papá haría un chiste de esos medio secos que sólo él sabía tirar, y mamá estaría apurada por poner la mesa, como si el cumpleaños fuera excusa para que todo saliera impecable.
Y yo me dejaría abrazar, aunque ya no tengo veinte.
Tengo una familia hermosa, ¿saben? Graciela sigue a mi lado desde aquel 93 que parece ayer.
Con sus cosas, con las mías, con nuestras batallas, pero juntos.
Y Leo… Leo está encaminado, estudia lo que quiere, se ríe mucho, es responsable y bueno.
Lo ven y sé que se pondrían orgullosos.
Lo sé.
A veces pienso que mucho de lo que soy, incluso lo que le pude dar a mi hijo, viene de ustedes.
De lo que aprendí, de lo que vi en casa, de lo que me transmitieron sin decirlo.
Los extraño en estos días, más que nunca.
Porque las fiestas, los cumpleaños, los momentos felices, son cuando más falta hacen los que no están.
Brindo por todo lo que tengo, pero también por ustedes.
Porque si llegué hasta acá, fue con su voz adentro mío, con sus gestos metidos en mi forma de ser, con sus abrazos que todavía siento aunque ya no estén.
Gracias.
Su hijo.
Hermoso Pa. Feliz cumple amor!